A veces hay que aparentar ser persona, seguir la dinámica de grupo, despertar con el sol que calienta las mejillas, pasar por agua, subirse a unos tacones altos, pintarse de rojo los labios, alzar la voz y aguantar hasta que el cuerpo, aún despierto, empieza a vacilar. Se tambalea, no tiene sueño. Se vuelve a tumbar, sigue aguantando, y todo porque el cerebro quiere más. Sí, siempre quiere más palabras.
"Awake I lie in a morning's blue"