A 3000 km de distancia o a millas aún desconocidas: un nuevo atardecer. Tiene el mismo sol pero distintos matices. Es tranquilo, no hay ruido ni sonido alguno. Las colinas se extienden verdes a lo lejos pero todavía no hace frío. Aún en pié, no me faltan fuerzas, no me faltan palabras, ni tampoco me faltan versos regalados.
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